Vivo en San Rafael, Mendoza, Argentina. Tengo 70 años y les voy a contar lo que me pasó. Era un martes en la tarde, sentía fuertes dolores. Mi señora me llevó al hospital español, siendo las 19.00 horas. Los doctores empezaron a revisar y me encontraron una hernia inguinal atascada, yo no me acuerdo más…me inyectaron y me operaron ese mismo día. Al día siguiente me desperté, y seguía sintiendo un dolor muy fuerte. Mi señora habló con los médicos y tuvieron que volver a operarme. Descubrieron que tenía una perforación en el colon. Cerca de diez días estuve con el abdomen abierto.

Cuando me operaron por cuarta vez, me pasaron a terapia intensiva, pero allí no había lugar. Por lo que me trasladaron al hospital Schestokowa, no se sabía si llegaría vivo. El médico había dicho: “Sólo un milagro lo puede salvar ”. Pasé cinco días en terapia intensiva, luego me llevaron a la sala de operaciones y por fin me cerraron el estómago, pero…aún faltaban dos operaciones más.

Mientras yo estuve en terapia se me apareció un señor, tenía lentes y una manta. Salí de la sala y volví a mi casa. Un día estaba rezando ante la imagen de la Virgen, y junto a Ella, colocamos las estampas de los santos. Entre ellas estaba la estampa de Mons. Kaiser. Entonces le digo a mi señora: “ Mira es él, quien me visitó”. Fui y se lo conté a las madres. Y les agradecí mucho porque ellas han rezado mucho por mí. Antes una madre me pasó un algodón que había sido pasado por el cuerpo del Padre Kaiser. Por eso, agradezco a Dios, a la Virgen y al Padre Federico que sin duda me ha ayudado.

Mons. Federico Kaiser en sus misiones.

V. A.

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