Pensamientos

  • Hay que aprovechar cada oportunidad para enriquecer nuestros conocimientos.
  • Cuenten conmigo también después de mi ida a la vida eterna.
  • Cuidemos todo lo que tenemos en uso, cuidémoslo como propiedad de Dios.
  • Acostumbrémonos a poner ritmo en nuestros trabajos. Cualquiera que sea, debe comenzarlo, una vez comenzado, póngale ritmo, debe ser continuado, para terminarlo pronto y bien.
  • Les ruego consideren estas palabras como voluntad de Dios: “Lo bueno lo imitamos, lo malo lo expiamos y nunca jamás criticamos”.
  • No permitan que en su presencia se hable mal de una persona ausente, menos aún que se le critique.
  • Si hay horas extras para el trabajo ¿Por qué no hay horas extras para la oración?
  • Déjese invadir por el Espíritu de amor y entréguese con fidelidad al Amor “para que su alegría sea completa”.
  • Las gracias más grandes, se reciben en el sufrimiento.
  • No hay cosa pequeña cuando se trata de la voluntad de Dios.
  • Les hago una confidencia: Mi último deseo es que mi última palabra en esta tierra sea “¡Gracias!”. Pues todo es para agradecer a Dios.”
  • Bendecir a los que me hacen sufrir.
  • El que las ha llamado consumará y coronará la obra en ustedes.
  • Quien cree verdaderamente en la santidad de Dios, reza.
  • Las gracias más grandes de nuestra vida las recibimos sufriendo.
  • María es en verdad Madre de Cristo y Madre mía.
  • ¡Oh! Como deseo hermana que Usted sea un encanto para Jesús, no buscando sus propios gustos sino el de los demás.
  • Vivan en la fe, de que paso que se de por la gloria de Dios está contado para la eternidad.
  • No pierda usted más el precioso y corto tiempo de su santificación.
  • La alegría es obra del Espíritu Santo.
  • Todo es tan fácil si buscamos la voluntad de Dios.
  • Hermana sea Usted una perla, en que Cristo encuentra sus complacencias.
  • Religiosa por consagración. Muy buena religiosa por oración.
  • Los que se abandonan totalmente al Espíritu y a María, alcanzan mayor rendimiento en su trabajo.
  • El Espíritu Santo es el sol y en medio de esa luz está María.
  • Nuestros ánimos deben estar sembrados de jaculatorias, que son flores vistas por Dios.
  • Cada inspiración del Espíritu Santo es un deber de amor.