De un testimonio tomado del año 2008
Mi nombre es H.C.M y soy de Santa Clara, Uruguay. En diciembre de 2007 confirmé mis sospechas de quedar embarazada. No puedo describir la mezcla de emociones que sentí, porque a pesar de tener una hermosa hija de diez años; había perdido un embarazo de dos meses y un bebé al momento de nacer. Estos hechos habían marcado profundamente mi vida y no tenía planes de embarazarme por miedo a sufrir y a ocasionar más sufrimiento a mi familia. Todos nos ilusionamos mucho con la posible llegada de un hermanito que mi hija tanto pedía a Dios y a nosotros.
Pero, pronto comenzaron las complicaciones. Tenía corión bajo y a las pocas semanas comencé con pérdidas. Me indicaron reposo absoluto, lo que obedecí al pie de la letra. Eso no fue suficiente, tenía mucha tos a raíz de una gripe y problemas de estreñimiento que se agravaban con la estadía en la cama. Ambas cosas dificultaban que cesaran las pérdidas. Estaba desesperada y muy deprimida. Creía que lo perdería sin remedio.
En esos días me visitaron las Madres MJVV, quienes me hablaron mucho y me dieron la estampita de su fundador, Mons. Federico Kaiser, comentándome de su vida de santidad, y de los numerosos milagros obrados por su intercesión. Desde entonces, todos los días de mi embarazo le recé con devoción.
Las pérdidas cesaron a pesar de las condiciones negativas para ello. Más adelante surgieron nuevamente y enseguida se cortaron. Tenía placenta previa. Esas y otras complicaciones hicieron que a los seis meses de embarazo decidieran madurarle los pulmones al bebé por si nacía prematuro. Yo seguía rezando a Mons. Kaiser que intercediera par que mi hijo naciera sano y fuerte. Gracias a ello mi hijo nació de 37 semanas sin ningún tipo de problemas.
Tengo mucho para agradecer a Dios por el hermoso hijo que me envió. Y a Mons. Kaiser por haber intercedido ante Él, por ayudarnos a superar las dificultades que se nos presentaron. Le hemos puesto el nombre de Emanuel. Porque lo consideramos una bendición para la familia y una muestra más de que “DIOS está CON NOSOTROS”.
H.C.M