En la solemnidad de Pentecostés, Madre María Felicidad dio su sí definitivo al Señor, consagrando su vida al servicio de Dios y de la Iglesia en la congregación de las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima. La ceremonia fue oficiada por el reverendo Padre Miguel Zapata, en la Capilla del Convento Cenáculo.
Señaló en su prédica el Padre Miguel, que sin duda alguna es el Espíritu Santo, quien le ayuda a dar este sí definitivo al Esposo, en una misión muy especial. Felicitándola por este paso dado para gloria de Dios. Enfatizó también que no es fácil llegar a esta meta, pues detrás hay renuncias, sacrificios, entrega, pero hechos por amor a Dios, quien da la verdadera felicidad. Y animó a la nueva profesa a ser feliz en su vida misionera.
Madre Felicidad ha estado trabajando en el frente misional en la sierra peruana y ahora vuelve allí con nuevas fuerzas a dedicar su vida entre los más abandonados y pobres.
Un saludo para la madre felicia des de Paraguay
Con mucho gusto! Un saludo cariñoso y por supuesto, nuestra oración. Dios te bendiga.