Una entrevista a Postuladora de la Causa de beatificación y canonización del Siervo de Dios, Federico Kaiser
María Victoria Hernández Rodríguez: El Siervo de Dios fue una figura gigante, aunque se presentaba muy a la mano, humilde.
Con gran alegría, nos encontramos con la Doctora María Victoria Hernández Rodríguez. Ella es la postuladora de la Causa para la Beatificación del Siervo de Dios Federico Kaiser. Nació en Zamora, España. Es miembro del Instituto Secular Cruzadas de Santa María. Es doctora en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia Salesiana de Roma en cuya facultad de Derecho Canónico ha enseñado Filosofía y Teoría General del Derecho y Derecho Procesal Canónico. Y fue ella quien dio la iniciativa para la elaboración del 1° Congreso Internacional sobre Mons. Federico Kaiser
- Luego del 1° Congreso internacional sobre Federico Kaiser ¿Qué frutos espera del Congreso? ¿Se van logrando los frutos?
El Congreso, que tuvo como objeto la figura del Siervo de Dios Federico Kaiser Depel, tenía también como objetivo precisamente darle a conocer: su figura y su mensaje, sus obras escritas y sus obras vivas, que son las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima. Y conociéndole, se le puede amar, tratar como amigo, imitarle y recurrir a su intercesión ante Dios. Esos son los frutos que debe dar el Congreso: conocimiento, imitación, intercesión.
Lo importante de los Congresos es que tengan una continuación en el tiempo y en el espacio, mediante publicaciones, difusión de la devoción al Siervo de Dios… El interés que nace en el Congreso hay que transmitirlo después en el propio ambiente.
- ¿Cómo ha contribuido el Congreso para la Causa del Siervo de Dios Federico Kaiser?
El bien difundido y sembrado en el Congreso es la mejor contribución a la Causa. Podríamos decir que el Congreso se puso al servicio de la Causa, no solo para recordar al Siervo de Dios en el 30 aniversario de su partida al Cielo, sino para que el recuerdo sea algo vivo, para que se haga propio el mensaje del Siervo de Dios, así como sus enseñanzas, cada uno según su propia condición.
- ¿Es muy conocido Mons. Federico Kaiser?
El Siervo de Dios es mayormente conocido en el Perú y allí donde están las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima. Es también conocido y muy apreciado entre los Misioneros del Sagrado Corazón. He encontrado a personas de Iglesia que han oído hablar del Siervo de Dios, más quizás de las Misioneras… ¡A veces ocurre que son más conocidos los hijos que los padres!
- ¿Qué es lo que más admira en el Siervo de Dios?
El Siervo de Dios fue una figura gigante, aunque se presentaba muy a la mano, humilde. Destacaría en él la caridad, la fortaleza, el celo apostólico, el amor a su Prelatura y a cada uno de sus moradores, la fidelidad a su vocación de Misionero del Sagrado Corazón, el silencio ante las dificultades, la valentía, el amor a la verdad.
- ¿Ha recibido alguna gracia por intercesión del Siervo de Dios Federico Kaiser?
Sin duda alguna, el acercarme a su persona, a su vida en la elaboración de la Positio como postuladora de su Causa de beatificación y canonización ha sido una gracia inmensa; también el conocer a las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima.
- ¿Qué opina de la espiritualidad del Siervo de Dios Federico Kaiser?
Me llama la atención la caridad docente y penitente, así como ese amor a la Sagrada Escritura.
- ¿Cuál es su opinión sobre la fundación MJVV (Misioneras de Jesús Verbo y Víctima), realizada por el Siervo de Dios Federico Kaiser?
No era propio del Siervo de Dios el lamentarse, sino el actuar. De ahí la fundación de las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima. Su voz en el Concilio Vaticano II debería resonar hoy en la Iglesia como una voz profética. Me refiero a su intervención sobre la distribución del clero, pues era algo que él estaba sufriendo, experimentando en su Prelatura de Caravelí.
Él mismo dio la respuesta a sus necesidades, inspirado por el Espíritu Santo – puesto que todos los carismas reconocidos en la Iglesia son obra Suya – sin esperar a que otros le resolvieran los problemas, las dificultades. No lo hizo deshaciendo, sino “construyendo”; lo hizo dando espacio, confianza, responsabilidad, misión en primera línea a los laicos, a las mujeres: la fundación de las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, para trabajar allí donde se carece de atención espiritual por falta de sacerdotes. La ignorancia y el olvido de la historia son uno de los males de nuestros tiempos, en todos los ámbitos. Si conociéramos a los santos, si nos acercáramos más a ellos encontraríamos respuesta a muchas de las inquietudes, necesidades, dificultades, etc. presentes hoy tanto en la sociedad civil como en la Iglesia, porque los santos cambian el mundo.
- Seguramente está Ud. enterada del Documental “el Apóstol de los Andes” que se viene elaborando sobre Federico Kaiser, ¿Qué opina sobre ello, qué expectativas tiene sobre el documental?
Estamos en la era digital y también la Iglesia tiene que aprovechar los medios que nos ofrecen los medios de comunicación para la evangelización, para ofrecer modelos e ideales a todos. El documental recoge muy bien, de modo atractivo la persona y la obra del Siervo de Dios y seguramente será una vía para darlo a conocer.
- En el Congreso hubo una persona que simpáticamente expresó el cariño hacia el Siervo de Dios Federico Kaiser, preguntando ¿Por qué a nuestro Padre Federico le hacen tantos estudios…y no sucede así con “Aguchita”?… ¿Qué mensaje daría Ud. a los devotos del Siervo de Dios Federico Kaiser?
Que conozcan cada vez mejor al Siervo de Dios para imitarlo en alguna de sus muchas virtudes, que lo imiten en el celo apostólico y que difundan su devoción, de modo que los fieles puedan pedir su intercesión ante Dios y consigamos así el necesario milagro para su beatificación.
Agradecemos infinitamente a la Doctora María Victoria, por su tiempo y dedicación, pero sobre todo por su trabajo incansable. Y aprovechamos la ocasión para recordar a los fieles, como lo especifica la Doctora María Victoria, que pidamos la intercesión del Siervo de Dios Federico Kaiser, tratemos de imitarlo en la práctica de las virtudes y difundamos la devoción al Siervo de Dios. Sin duda alguna, seremos nosotros mismos los más beneficiados. Dios les bendiga.