7 de octubre, día de Nuestra Señora del Rosario. ACN invitó a todos los niños del mundo a participar de esta oración mariana. Nuestra Parroquia de Corralillo quiso decir “Presente” este día. La invitación era rezar por la paz y los misioneros. La invitación se hizo extensiva al 11 de octubre. Unas semanas antes, reunimos a nuestros fieles de Motembo y San Pablo- comunidades pertenecientes al municipio de Corralillo, provincia de Santa Clara- invitándoles a participar de este acontecimiento. Se mostraron muy entusiasmados. Los invitados principales eran los niños de la catequesis, y cada uno debía invitar a otros amiguitos. Los adultos también participarían. Se los dividió en los cinco colores que representan a cada continente Llegó así el día esperado. Las señoras encargadas de la capilla hicieron un altar con flores. Los niños trajeron también sus ramitos. La Virgencita de la Caridad fue colocada en los altares por ellos confeccionados. En Motembo, colocaron un cartel con la inscripción “Virgen María ruega por la unidad y la paz”, se respiraba un ambiente lleno de amor a nuestra Madre.

Llegamos a la comunidad de San Pablo donde una de las Madres, acompañada de dos Señoras, quedaba allí. Llegamos antes de tiempo y al vernos pasar, (todo estaba programado para las 5 de la tarde hora en que los niños ya no están en la escuela) los niños pedían permiso a sus profesoras para poder participar de la “actividad”. Al llegar a la capilla de San Pablo, todo estaba bien dispuesto: altar, flores, mantel, cirios…. Una niña de 11 años, mientras esperaba a que lleguen todos, enseñaba a los más pequeñitos de 4 y 5 años a rezar bien el Ave María. Se hicieron peticiones por los cinco continentes, y rosario en mano comenzaron a rezar.
En Motembo, poco a poco los niños comenzaron a llegar. Cada uno estaba identificado por el color del continente por el cual iba a rezar. Algunos, como no tenían el color de la ropa, se identificaban hasta con una pequeña flor o raya del color asignado. “Nosotros ganamos”, decían quienes rezarían por el continente americano, ya que eran los más numerosos. Cada grupo era encargado de dirigir uno de los cinco misterios del rosario. “Santa María Madre de Dios…”, resonaban sus vocecitas en Motembo. Quienes no vinieron a rezar, sacaban sus mecedoras al portal de sus casas para ver tan alegre espectáculo. Rezaban, aunque no supieran que estaban haciendo. “Por, favor- nos dijo uno de ellos- préstenme un libro para aprender a rezar, hace mucho que no lo hago y ya lo he olvidado”. En Motembo y San Pablo, sabían muy bien que iban a ser parte del número de millón de niños que rezarían el rosario por todo el mundo. “El Santo Rosario constantes rezad y la paz al mundo el Señor dará”, cantaban los pequeños, a todo pulmón.
En Corralillo, nuestros niños se reunirían, el día once de octubre. Las fuertes lluvias de ese día no permitieron que pudiesen estar todos, a pesar del gran entusiasmo que había. Muchos de ellos son asmáticos y una epidemia de dengue y Chikunguña hace que debamos actuar con precaución. “Madre, mi niña no podrá ir- nos decía una mamá”, está muy triste porque ya tenía sus flores para la Virgen, pero el clima no nos acompaña”. Sin embargo, cuatro niños vinieron con sus papás, y rezaron como si fueran cuarenta. El rosario fue como una cadena que nos hace más fuertes y unidos. Rogamos a nuestra Madre la Virgen de la Caridad mire con complacencia la oración de estos niños que piden por su patria, por la paz y la unidad. Gracias ACN por apoyarnos siempre y por habernos dado la posibilidad de participar y unirnos a “ese millón de niños que rezan el rosario”.
Desde Corralillo, Cuba. Nuestro más cordial saludo. Unidos en la fuerza de la oración y la esperanza.
Madre María Rocío MJVV y comunidad de Corralillo, Santa Clara, Cuba.