Extractos de Cartas Circulares
CARIDAD:
Mis queridas hermanas: Ustedes me llaman “Madre”, y como Madre, me dirijo a ustedes, a cada una en especial. Hago mías las palabras de San Pablo:
“Como elegida de Dios, su santa y amada, revístete de sentimientos de profunda compasión. Practica la benevolencia, la humildad, la dulzura y la paciencia. Perdona a tus hermanas. El Señor te ha perdonado, haz tú lo mismo. Revístete del amor que es símbolo de perfección. Que la paz de Cristo reine en tu corazón, esa paz a la que has sido llamada…”
Hablaba un día con Nuestro Padre -Mons. Federico Kaiser-, hablábamos de la construcción, hablamos de los obreros, y él me dijo, “si un obrero debe restaurar el Tabernáculo -donde está el Santísimo- es decir, Cristo mismo, y lo hace de una manera nada digna, tal vez hasta fumando, sin ningún respeto. Entonces le diremos: hermano, ¡atención, dentro está Cristo, trátelo por favor con respeto!” Ahora bien; mi hermana, es una elegida de Dios, santa y amada, debo acercarme entonces con toda reverencia, porque en ella, está el mismo Cristo.
Crea mi hermana en la Palabra de Dios: “El que me ama será fiel a mi Palabra, y mi Padre lo amará; iremos a Él y habitaremos en Él” (Jn 14,33).
MISERICORDIA:
Misericordia quiere decir, llevar la miseria del otro en mi corazón, y sólo puedo llevar esta miseria si mi corazón no está repleto de egoísmo. Dice Nuestro Padre: “la caridad consiste concretamente en dar y causar gusto, evitándole cualquier disgusto”. “El gasto para mí” y el “gusto para mi hermano o hermana”.
VIDA DE COMUNIDAD:
“Para lograr una vida de comunidad en unidad, es indispensable, escuchar todas las opiniones, y entonces sacar una solución, o actuar de acuerdo a la mejor opinión. De todos modos, tenemos un modelo perfecto en la Iglesia, donde somos todos muy diversos, diversas culturas, diversas razas, diversas formas de culto, etc. Pero todos unidos en Cristo.
En todo lugar hay problemas. Nosotras -nosotros- tratemos de no problematizarnos, sino de desproblematizarnos. Porque para el santo no hay problemas sino sólo cruz”.
CORRECCIÓN FRATERNA:
“La corrección fraterna, la hacemos “con caridad y por caridad”. Es decir, sólo y únicamente con amor, porque amar es respetar, es alegrar, es animar, es servir. Si lo hace de este modo alcanzará sin duda, óptimos resultados”.
RECREACIÓN:
“La recreación en familia o comunidad es muy importante porque es un momento en el que todos participan y tienen la oportunidad de recrear a los demás, o también se puede tocar algún instrumento y ofrecer una pieza musical ¡Cuánto me alegraría a mí, tener un recreo animado por uno o varios instrumentos!
¡Que sean los recreos un tiempo de expansión y esparcimiento! donde no falte nadie. En el juego lo importante no es tanto el ganar sino el recrear a los demás”.
CORTESÍA:
Las fórmulas de cortesía son propias de toda persona educada y culta, y al mismo tiempo son el alimento que debe reinar en nuestras comunidades. Sepamos respetarnos unas a otras, “estimándonos en más los unos a los otros” (Rom 12,10). Así conseguiremos ser familia.
Para mantener la unidad en la comunidad, sigamos el lema de Nuestro Padre “siempre juntas y alegres”.
EL EJEMPLO DE KHATE: UN AMOR VERDADERO
“Yo aprendí mucho de mi hermana Khate, ella estuvo separada de su esposo diez años y medio, a causa de la guerra y su prisión en Rusia. No me escribía cartas, porque siempre me decía que estaba muy ocupada -a pesar de no tener hijos-. Un día le pregunté:
– ¿Por qué no me escribes?
– Estoy siempre ocupadísima. Es por Schorsch. Pienso cada día que hoy vendrá, quizás mañana.
Y en verdad llegó, después de diez años de espera. Hace unos años estuve en su casa. En la mañana me admiré al encontrar en el baño, un vaso con agua, cepillo de dientes con pasta, zapatos lustrados, y varias cositas para su esposo. Me emocioné. Tanto cariño de esposa para su esposo, después de casi cuarenta años de casada. Cocina sólo lo que le agrada a él, aunque por ello deba ella renunciar a sus gustos”.
CASTIDAD:
Es hermoso lo que nos dice la vida religiosa en cuanto a la castidad:
“El voto de castidad es la renuncia total al amor humano. Si la persona consagrada a Dios, renuncia a este amor humano, no es por menosprecio, sino para consagrarse a un amor espiritual, que es el amor de Dios en su integridad. La consagrada debe enamorarse de Él, hasta el punto de amarle con todas sus fuerzas. Entonces habrá conseguido el pleno dominio de sus instintos naturales casi sin esfuerzo alguno”
EMPAPARSE DEL ESPÍRITU:
El Papa Pío IX, dice en una carta a los Superiores generales:
“Ante todo lo exhortamos a los religiosos, a no perder de vista los ejemplos de su Fundador y Legislador, si quieren estar seguros de participar de las gracias abundantes de su vocación. Por eso, todos los que reproducen en sí mismos las características con que su fundador hizo marcar su familia religiosa, estén seguros de no alejarse de su espíritu, y mientras marchen tras las huellas de sus fundadores, permanecerán fieles a los deberes de su estado”.
Nuestro Padre Federico dijo alguna vez: Yo admito que ustedes son buenas, pero no estoy contento con que ustedes sean buenas, porque el tiempo no es ordinario, al contrario, es extraordinariamente malo. Por eso les digo, no basta con que ustedes sean buenas, por lo menos, deben ¡SER RELIGIOSAS COMO EL TIEMPO ACTUAL LO REQUIERE! ¡No debe defraudar la esperanza que Dios ha puesto en Usted! Ruego a Dios que “perseveremos y progresemos en la vocación a la que hemos sido llamados por Dios, para que la Iglesia crezca en santidad y sobre todo para la mayor gloria de la Santísima Trinidad, que en Cristo y por Cristo es la fuente y origen de toda santidad”.
ORACIÓN:
Mis queridas hermanas hoy he pensado durante la meditación: “faltan vocaciones en la Iglesia. Tengan en cuenta que las almas no se convertirán si al mismo tiempo, no suben al cielo gran cantidad de oraciones. Las almas no se salvarán por sus actividades y prédicas. Tenemos que acompañar a las almas que Dios nos ha confiado, con nuestras oraciones en cualquier situación. Nuestro apostolado no significa que debemos abarcar mucho. Por tanto, no nos recarguemos de trabajo”.
PASTORAL:
El canon 673, dice “el primer apostolado de todos los religiosos consiste en el testimonio de su vida consagrada, que deben fomentar con la oración y la penitencia”.
Canon 675:
La acción apostólica debe proceder siempre de la íntima unión con Dios y la debe confirmar y fomentar. (Nuestro Padre dice: “Nuestra vida activa, es sólo el desborde de nuestra vida contemplativa”).
Año 1983:
Mis queridas hermanas que van a hacer sus Votos perpetuos:
“¡Que inmensa gracia le espera, querida hermana mía! Muchas veces durante mis 50 años desde mis primeros Votos he meditado sobre esta palabra de Jesús en Jn 15,16: “No sois vosotros los que me habéis elegido a mí, sino que Yo os he elegido a vosotros”. Y cuántas veces miré meditativamente mi anillo…pensé y rogué: que el día de mi ida de este mundo a la vida eterna, nadie sea capaz de quitarme este anillo… que cuando sólo haya polvo de la que se llamó Madre Wilibrordis, exista en esta tierra peruana, este anillo, testimonio de un amor.
Pero, mi querida hermana, la condición y precio de este amor es la ORACIÓN y la CRUZ. Sólo la que vive íntimamente unida a Cristo, puede dar fruto. Sólo ella es Esposa y Madre. Una tan amada de Dios, no debe tener miedo…
Nuestro Padre Fundador, dijo en un retiro: “¿Con qué nombre Dios la llamó? María Misionera de Jesús Verbo y Víctima. Y María dice siempre su hágase”. Su “Hágase”, mi querida hermana, adquiere un acento nuevo en el día de sus Votos Perpetuos. Interiormente escriba con letras de oro lo que va a decir: “Estos Votos los hago hoy por todo el tiempo de mi vida que me darás en este mundo”. Con Cristo está Ud. crucificada, con Él morirá cada día. Tome Ud. el crucifijo en sus manos. Dirija su mirada a su Esposo Crucificado. ¡Que se encuentren las miradas de dos moribundos! Así fijó María su mirada en los ojos de Jesús. Esta es vida contemplativa. Y esta vida pediré a Dios para mis queridas hermanas de Votos Perpetuos”.
Participando en su alegría les saluda, su Madre Wilibrordis.
BODAS DE ORO DE NUESTRA MADRE:
Nuestra Madre Wilibrordis, no tenía la intención de pasar sus Bodas de Oro en el Perú, mucho menos en Caravelí, por el compromiso que representaba. Había proyectado su viaje a Argentina, para pasarlo entre las MJVV en el Convento Nazaret de San Rafael. Este viaje tuvo que cancelarlo, pues tenía trabajo pendiente. Estando en Lima unos días, regresó a Caravelí, pocos días antes de la fecha.
El día 12, la alcaldesa de Caravelí, nos comunicó que el Consejo Provincial, junto con todo el pueblo ofrecerían una Santa Misa de salud por nuestra Madre, el día 15 de agosto. La Misa sería en la Catedral. Las primeras en alegrarnos fuimos las profesas, pues ya había motivo para celebrar la fiesta. Anteriormente veníamos ensayando una Misa de Wolfgang Amadeus Mozart, pues habíamos pensado decirle a nuestra Madre tímidamente, que sólo queríamos cantar la misa de Mozart.
Así que nos vino muy bien la intervención de los caravileños. Nuestra Madre aceptó y por nuestra parte empezamos “manos a la obra”. Estábamos preparando una corona dorada, que quedó concluida el día 12. La elaboró Madre Cristófora, y lo dirigía nuestro Padre. A modo de complicidad, antes de la cena nos presentamos en el comedor de la enfermería con la corona para que nuestro Padre la bendiga.
Para nuestra Madre ¡Oh sorpresa! Y para los presentes, ¡Qué preciosa vista ofrecía aquel adorno que ceñiría a nuestra Madre en sus Bodas de oro!
El día 14: Al empezar las Vísperas, ¡Sorpresa para nuestra Madre! ¡Increíble! -decía en su rostro- Recorría con la mirada, empezando desde el altar, y siguiendo con las columnas. Es que la capilla, Nuestro Padre y toda la comunidad estábamos de gala para cantar las Primeras Vísperas.
Llegó el gran día.
Desde las 05.00 am. La comunidad del Cenáculo se puso en movimiento.
A las 05.30, ingresamos a la Capilla, y esta vez fue nuestra Madre quién nos dio la sorpresa. La encontramos delante en su asiento, con su corona dorada sobre el velo azul. Nadie se esperaba verla así. Muchas miradas estaban posadas en nuestra Madre, que parecía una reina, digna Esposa del Rey.
A las 07.00 am era la Misa en la catedral, nos dirigimos en procesión. Comenzada la Misa nuestro Padre predicó, empezando con las palabras del salmista: “La bondad y benevolencia del Señor, me acompañen siempre y permaneceré en la casa del Señor por muchísimos años”
Terminada la predica con un solemne “Amén”, llegó la hora de la ceremonia, Nuestro Padre se acercó a nuestra Madre y se dirigió a ella con estas palabras:
Nuestro Padre: “Querida Madre Wilibrordis, Jesús aquí presente en el Tabernáculo anhela escuchar de sus labios la confirmación de sus Votos, con los que hace 50 años se unió para siempre a Él en desposorio sacratísimo. Jesús está atento, la escucha:”
Nuestra Madre: “Mi Amado Jesús, hoy es fiesta para nosotros. Para ti, Jesús y para mí. Celebramos el quincuagésimo aniversario de nuestro desposorio. Nuestras bodas de Oro. Llevo el anillo nupcial, regalo tuyo para mí, tu recuerdo más precioso.
Delante de ti mi Jesús, y de tu Santísima Madre, que también es mía, confirmo ahora mis sagrados Votos.
Quiero de nuevo ofrecerte mi caridad, por la cual te prometí obediencia, castidad y pobreza, es decir, mi vida íntegra de religiosa obediente, casta y pobre, ofreciéndote y sacrificándote mi voluntad, mi cuerpo y mis bienes materiales”.
Ahora escucha Jesús la renovación de mis Votos:
“Jesucristo mi Dios y mi Amor. Tú eres mi verdadera Libertad, mi perfecta Delicia y mi Única Riqueza. Con el único anhelo más profundo y con el firmísimo propósito de vivir mi vida obediente, casta y pobre en tu Congregación, Jesús Verbo y Víctima, ratifico yo ahora mis sagrados Votos de Obediencia, Castidad y Pobreza, evocando aquella hora bienaventurada en que llegué a ser esposa tuya.
Fiel a Ti, mi Jesús, para siempre, No sólo hasta morir. Pues por la muerte pasaré, más bien, feliz y jubilosa a nuestras Bodas Eternas. Amén.”
Luego continuó la Santa Misa, pero antes de finalizar, nuestro Padre se dirigió a los presentes:
El Santo Padre en Roma, ha mandado por vía de la Nunciatura un telegrama a nuestra Madre María Wilibrordis. Aquí un extracto del texto:
“Roma, Vaticano, 8 de agosto. El santo Padre concede a Madre Wilibrordis, Superiora General de las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, con ocasión de sus 50 años de profesión religiosa, su Bendición Apostólica en prenda de abundantes favores divinos, que le sean de ayuda en su fidelidad y consagración al Señor y al servicio de la Iglesia.
Esta bendición se hace extensiva a los familiares de Madre Wilibrordis, a las religiosas de su Congregación, y a las personas que asistan a la ceremonia jubilar”. Terminada la lectura, siguieron calurosos aplausos.
Al finalizar la Santa Misa, saludaron a nuestra Madre en el atrio de la Catedral. Y la alcaldesa invitó a todos a una recepción en el municipio de Caravelí.
La Señora alcaldesa Abisaac Vda. de Bernedo, dio apertura a la recepción con unas palabras muy sentidas. Luego se entonó el Himno Nacional del Perú. Y continuó con su discurso, entre sus palabras dijo:
“Rvda. Madre Wilibrordis, en cada corazón caravileño hay un gesto de gratitud que eleva tan sólo a Dios sus oraciones, porque como seres humanos, Madre, no podemos agradecerle como Ud. se merece. Ud. Cofundadora de una Congregación de religiosas y fundadora del centro educativo “San Miguel”. Esos niños que despertaron a la luz de la educación.
Es admirable su vocación religiosa, y su dedicación cotidiana en el sacrificado vaivén de la vida. Virgen Santísima del Buen Paso, te pido desde el salón auditorio del Consejo Provincial, abogues ante Dios para que le dé incontables años más de vida a nuestra Madre Wilibrordis, y que siempre la colme llena de virtudes, de fuerza, y la llene de santidad como ejemplo de la mujer caravileña, porque lo que debe tener en cuenta una mujer en su corazón, es la decencia, la honradez, la virtud, tesoros que nadie despoja si los sabe conservar.
En nombre del Consejo Provincial de Caravelí y de sus pobladores, os declaro hija ilustre de Caravelí, hija predilecta de Caravelí. Porque Ud. se merece todo, Madre. Y en agradecimiento, en nombre del Consejo y de toda la comunidad le hago presente este humilde recordatorio”.
Al terminar, nuestra Madre recordó que muchos de los presentes habían sido sus alumnos en el jardín de infancia:
“Mucho tengo que agradecer a los Caravileños que me han permitido venir, trabajar, y pasar la mitad de estos 50 años aquí, porque pronto voy a cumplir 25 años en Caravelí.
Quiero decir lo mismo que dijo Mons. Kaiser, cuando tomó posesión de la Prelatura, el 8 de marzo de 1958. Al preguntársele si se iba quedar siempre en Caravelí, él contestó: ¡Por supuesto! No solamente hasta la muerte, porque yo quiero ser enterrado aquí. Yo también quiero decir las mismas palabras, y no solamente hasta la muerte, sino hasta el fin de la resurrección….
Realmente no sé cómo agradecer este cuadro. Realmente es tan precioso… Me alegro mucho de estar aquí hoy. Muchas gracias …”.
Tampoco los niños se quedaron atrás, recitaron varias poesías a Nuestra Madre. Ella gozaba de sus intervenciones.
Por la tarde tuvimos la Adoración Eucarística, después de la media hora de Adoración acostumbrada. Nuestro Padre nos bendijo con el Santísimo Sacramento. Y para concluir con broche de oro. Se escenificó la Aparición de la Virgen de Guadalupe.
Así hemos pasado un día hermoso. Nuestra Madre todo el día lució su corona, todos pensaron que era de oro. Por la noche tuvo que quitársela. Pero sus hijas insistimos hasta convencerla que la llevara todo el día siguiente. Y así lo hizo.
Todo pasó, nosotras recordamos con felicidad el día en que tuvimos la gracia de celebrar esta Fiesta con Nuestra Madre Wilibrordis en nuestro amado Cenáculo.